30 de octubre de 2007

Washington (II). Horror

Aquí, en el Museo del Holocausto.

Una de las experiencias más aterradoras a las que he asistido. Una lección humana, muy humana. Un espeso sentimiento de culpa. Esa pila de zapatitos, Mengele o las uñas arañando el techo de una cámara de gas.

Mi más sincero desprecio hacia todos aquellos que manosean esa palabra: holocausto.


Y una promesa que me hago a mí mismo: no olvidar. Jamás.

.

29 de octubre de 2007

Washington (I). Esperanza

Visitar Washington DC y volver con acento argentino.


(Los Alconada-Michelli, una familia espectacular, de la "e" a la "r")

25 de octubre de 2007

El corazón de las tinieblas

Las cicatrices son amuletos contra el olvido.

6 años tiene mi sobrino Pablo. Y esta Esfera rescatada de los abismos del infierno.

22 de octubre de 2007

Despertares

Mientras escribo el post, aún me asomo a cada rato por las cortinas. Ahí está el revuelo. El hecho no está en mi ángulo de visión, pero mi fantasía lo reconstruye. Y la imaginación es un ave que gusta de volar libre, todos lo sabemos.

Nueva York es la ciudad que nunca duerme. Por eso, a veces tampoco deja dormir. Hace una hora, a las 5.45 de la mañana, han empezado los gritos. El Bronx es un barrio ruidoso y, al principio, te enroscas en la almohada y cambias de postura. "Otro borracho más" o "una adolescente que lleva el destino escrito en la noche".

Esta vez ha sido diferente. Gritos enfadados de una chica negra, vestida de fiesta, increpando sin cesar al maromo de gorra torcida y camiseta blanca de tirantes (sí, el otoño no termina de llegar). La jerga es difícil de traducir, pero los "fuck you" constantes y los "easy" nerviosos de la amiga de la chica anticipan la tragedia.

Ya no puedo dormir. Deambulo por la casa buscando el mejor ángulo, con la excusa de ir al baño o beber un poco de agua: no logro enfocar bien, los personajes entran y salen de cuadro constantemente. Damn it! Más gritos, más gritos. Ella llora de rabia. A él apenas se le escucha... hasta que se oyen los golpes. Y llegan las lágrimas de cólera de la joven negra.

De repente, silencio.

¡No, no! Alguien corre. Puertas del edificio que se abren y se cierran. Ventanas que no esconden la curiosidad. Y, de nuevo, la negra y su amiga. ¡Las veo! Salen del 721 de Walton Avenue acompañadas de tres o cuatro hombres. No enciendo la luz. Chillidos y acusaciones. Zarandeos. El "fuck you" parece que es lo único que les enseñaron en la escuela. Desde la ventanita del baño asisto al trasiego de la puerta de entrada. Pero el hecho sucede en el maldito fuera de campo.

Y ésto, que sí lo capto: "¡Qué! ¡Te gusta pegar a las mujeres, eh, cabrón!".

Son las 6.33. Ahora mismo desde mi ventana (un segundo piso que da a la calle) veo aparcados cinco coches de policía y una ambulancia. Curioso juego de luces. Me sigue faltando ángulo, ¡las puñeteras rejas que no me dejan sacar la cabeza para ver qué está pasando ahí abajo! Los oficiales van y vienen, la chica se abraza a su amiga junto a la pared del parque Franz Siegel. Se oyen mensajes en los walkies de los maderos. Pero todo es más callado. Parece que pasó la tormenta.

Ya no puedo dormir. Ya no merece la pena. El alba llega. Hoy me iré pronto al trabajo. Ojalá la falta de sueño no me pase factura. Ojalá mi imaginación se equivoque.

Hoy el post tiene que ir sin foto. Solo con los gritos de rabia y el sonido de esos golpes.

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8.30: Al bajar, en la portería, había un reguero de gotitas que conducía a un charco. Rojo, rojo. Tras perder el sueño, hoy también se me cortó el desayuno.

19 de octubre de 2007

Ganador

Alcanzado el ecuador de la estancia bronxiana, el Primer Certamen Otoño en NY se congratula de poder facilitar a su audiencia el nombre de los ganadores. Aquí reproducimos el acta del fallo del Jurado.

"Jueves 18 de octubre de 2007. Reunidos en la cocina del 721 de Walton Avenue, los integrantes del Jurado del Primer Certamen Otoño en NY han resuelto otorgar los siguientes premios:

-Un accesit (bocata de calamares y carajillo) a Don Paco Sancho, que se presentó al concurso bajo el doble seudónimo de Kiko Veneno/Mustafá-al-Pacó.

El Jurado ha valorado su ironía encapsulada y su transgresión moral, por sugerir una novedosa e inexplorada metáfora que estalla en significados que abarcan un abanico literario amplísimo, con una variabilidad que oscila entre publicaciones señeras como El Mueble y Zero. El Jurado también destaca su concisión, propia de un machetazo sordo, con reminiscencias del dinosaurio monterrosiano recién levantado en Chueca.

-El primer premio (estancia gratis en este maravilloso apartamento del Bronx) ha recaído en Anónimo, que se presentó al concurso bajo el seudónimo de anónimo graciosete y bilingüe.

El Jurado ha visto en su texto una boqueada de aire fresco, una hemorragia de ingenio, destilada por una pluma perfumada con aroma de Les Luthiers y grasilla de Faemino y Cansado. Así mismo, este Jurado ha valorado decisivamente el uso de multitud de palabras que, aun sin entenderlas, las intuye como brillantes sinécdoques de la incomunicación de la sociedad post-industrial, atestada de espejos rotos. El uso de estos tropos los erige en centinelas que alertan de la irreversible complejidad egotista del hombre posmoderno, enredado en un laberinto intelectual del que solo puede escapar mediante el pastiche, la falsificación o la impostura.

Así mismo, dado el alto nivel de los concursantes, el Jurado ha decidido premiar a todos los participantes con una camiseta de "I Love NY" comprada en Chinatown y estampada con una foto de Rufus antes de atacar su segundo brisé de volé.

El accesit se hará efectivo en cualquier garito baturro, una vez que haya pasado el solsticio de invierno.

Por el contrario, el Jurado del Primer Certamen Otoño en NY expresa su preocupación por la materialización del primer premio, puesto que es consciente de que los anónimos son pródigos en frases célebres... pero carecen de pasaporte".

17 de octubre de 2007

Magnólico

Tenías razón. Estas cosas pasan. Continuamente.

¡Y yo, que no te creí a pesar de quererte tanto!



Es verdad, estas cosas ocurren: ayer vi llover ardillas en Central Park.


(La foto es de Kintired, en Flickr)

15 de octubre de 2007

Antídoto


Lo mejor de Nueva York es que, realmente, nadie es de aquí.

11 de octubre de 2007

La felicidad era esto

Definitivamente: el musical es el género de la felicidad soñada.


Entonces, Mami, ¿el cielo debe parecerse a esto?

9 de octubre de 2007

Ikea

"En 1916 el artista Marcel Duchamp subió a lo alto del arco por la escalera interna y declaró el parque República Libre e Independiente de Washington Square"

Eso, Marcelito. ¡Con un par!
'

6 de octubre de 2007

Infierno

El infierno no son los otros ni un lugar en llamas.


Ni siquiera es un espacio dantesco, puesto que las nuevas generaciones piensan que la palabra deriva de las payasadas de un tal Leonardo Dantés.

El fuego eterno se ha modernizado: ya no hay barca ni Cancerbero. Ahora se ha ubicado en el andén de metro de la calle 59 con Lexington. El más subterráneo, por el que corre la línea verde a 25 metros de profundidad.

Un calor sofocante que hace sudar hasta a las ratas que infestan -lo prometo- las vías de tren. Los pasajeros hierven bajo el rechinar de vagones, nuevas trompetas del apocalipsis. Y ese olor, ese olor inmundo, a vómito de cómida rápida.

¡Un hedor que parece un cuesco del mismísimo Satanás!

5 de octubre de 2007

Vuelwestern

Ha vuelto.

La poética de la frontera y de la tierra prometida. El mito del nacimiento de una nación. La ordenación del caos.

El Oeste -un género con plazas limitadas- está de moda por estos lares. Hollywood le ha hincado el diente, como cada diez o quince años. Aún se puede husmear la estela de los clásicos en las propuestas recientes, pero también es cierto que un western en estos tiempos no puede estar más que barnizado de posmodernidad. Estética o ética.

3:10 to Yuma es una película excelente y envolvente. De ritmo vibrante y temática clásica, la novedad estriba en filmar un western como si de una película de acción se tratara: violencia visual, tensión constante y un montaje nervioso que busca la yugular del espectador. Christian Bale se confirma como uno de los más versátiles de su generación y Russel Crowe se atreve a ponerse la máscara -al final es eso, sólo una máscara- de malo malísimo.

Por su parte, El asesinato de Jesse James a manos del cobarde Robert Ford conduce el género al límite, hasta ahogarle la respiración. Deliberadamente larga, de ritmo espeso y cadencia poética, la película interpretada por Brad Pitt es una obra inusual. Bellísima en su concepción estética -¡un western nevado!-, repleta de postales melancólicas punteadas por la partitura de Nick Cave, el retrato del sanguinario pistolero opta por transmutar los valores morales y sobreescribir la leyenda: el asesino se convierte en héroe, la admiración en obsesión y la cobardía en un guiñol anticipado de la propia muerte.

3 de octubre de 2007

Cortísimo verité

Para delicia del gran Sintomático, maestro de antihéroes

INT. PISCINA UNIVERSITARIA. DÍA


Un reloj electrónico marca las 12.59. U
na piscina olímpica con gradas y dos puertas para los vestuarios: una para hombres y otra para mujeres. El equipo de natación femenino acaba de salir en bloque y calienta alrededor de la piscina. Estiran brazos, piernas y caderas. Mientras, los últimos rezagados van abandonando el agua para dejar paso a las Rams, el equipo oficial de natación. El socorrista (26), musculoso y bronceado, se esmera en pitar para que todo el mundo se apresure.

SOCORRISTA MUSCULOSO
: Ok, guys. Time's up! Please, everybody out of the water. Now!



Las jóvenes ninfas, algunas con espalda
s de leñador, se van lanzando a la piscina. Otras siguen estirando. ¡Uh, ha, uh, ha!

El último en salir del agua es un joven barbudo (28) con pose atlética pero barriga incipiente. Se le nota cómo, sorprendido por el público repentino, intenta meter tripa. Imposible.


SOCORRISTA MUSCULOSO
: brfsrfsfhfsfs
you now!! Will you!!

JOVEN BARBUDO
: Oh. Sorry. Sorry, sir. I didn't realize about the time.


Entre risas y cachondeo, el coro de nereidas musita algo contra el joven barbudo que, empanado, parece no enterarse de las reglas de la piscina.


En un intento desesperado por recuperar la dignidad, nuestro protagonista hincha el pecho, se quita las gafas de bucear y se dirige sin titubeos hacia los vestuarios. Con seguridad, coge su toalla, se calza las chanclas y enfila la ducha.
Abre la puerta y entra. ¡Muuucha decisión!

Murmullo entre las bañistas. Una mujer con bigote incipiente
(44) y chándal de las Rams comienza a hacer aspavientos hacia la entrada de los vestuarios. El socorrista también.

¡¡Pitidos nerviosos y reiterados!!


SOCORRISTA MUSCULOSO
(gritando): Excuse me!! Excuse me, gentleman!!


ENTRENADORA CON MOSTACHO
(gritando): What-the-hell-are -you-doing, dude??


El tono de las imprecaciones no parece cortés. Tras la puerta por la que ha entrado el mozalbete se oyen gritos femeninos


FÉMINAS NO IDENTIFICADAS
(fuera de campo): Heeeeyyyyy!!!!


A los 8 segundos, el barbudo ya asoma la cabecita por la escotilla del vestuario. Sale. Pisa con aplomo y finge que el alboroto no va con él. No oye los pítidos, no atiende a la entrenadora con mostacho ni mira cómo toda la piscina se ha quedado parada, escrutando la entrada de los locker-room. Sigue metiendo barriga. I
mposible.

Se mueve dos pasos hacia la derecha y, antes de entrar, traduce el letrero de la puerta contigua. En letras grandes: "Vestuario masculino"


JOVEN BARBUDO
(en bajito): ¡¡Me cagüen en la
leche que me dieron!!

Fundido a negro mientras la tierra se abre y se traga, para siempre, el orgullo de nuestro protagonista.

1 de octubre de 2007

Insomnio 4.0

¡¡¡Maldito hijo de perra!!!

¡Te juro que me las pagarás!

(Bronxius mosquitibus hijoputensis)