9 de noviembre de 2007

Negra verdad

Para Leonard, mi crítico favorito.

Casey, Casey Affleck. ¿Dónde diablos ha estado metido todo este tiempo? Quizá el éxito de su hermano Ben le haya eclipsado, pero ahora sabemos que es uno de los mejores actores jóvenes del panorama actual. Posee carisma, sensibilidad en la mirada, contención y un registro capaz de oscilar entre el patetismo del cobarde Robert Ford en El asesinato de Jesse James y la determinación de este investigador privado –una buena persona, una conciencia andante– que sabe nadar entre las cloacas de los suburbios de Boston.



Ben, Ben Affleck. ¡Qué grata sorpresa! La fiebre actual de los “diractores” alcanza su cima en esta película dirigida y coescrita por este elegante actor que ya guarda un Oscar en su baño por el guión de El indomable Will Hunting. Como buen primerizo, no todo son parabienes: se le va la mano en la resolución, algo grotesca, del caso criminal. Aún así, el bajón estructural se compensa con un tenso ritmo narrativo, una atmósfera inquietante y una afinada dirección de actores donde, aparte del virtuosismo de su hermano Casey, despuntan los acordes del genial Ed Harris –a quien no se le conoce aún una mala actuación– y las estridencias de la madre yonqui que interpreta Amy Ryan.

Podemos afirmarlo: Ben Affleck será mejor detrás de las cámaras, como Clint Eastwood. La referencia no es gratuita, puesto que Adiós, pequeña, adiós puede leerse como la hija mayor de Mystic River, la última obra maestra del antiguo cowboy. El Boston menos glamouroso, los viejos pecados que claman su penitencia y esos secretos escondidos en el jardín trasero. Ambos filmes se nutren de la novelística noir de Dennis Lehane, un sinónimo literario de la ambigüedad moral. El bien y el mal se diluyen en un rojo sangriento en este relato de secuestros y engaños, de drogas y policías corruptos. El rapto de la joven Amanda, de 4 años, desencadena un argumento enrevesado –como todo cine negro que se precie– donde dos detectives, Patrick Kenzie y Angie Gennaro, tendrán que desenredar la madeja de una verdad que se escurre entre las sombras.

Excesivas mentiras. Demasiadas pistas falsas. Demasiado “ojalá la verdad no fuera esto”. Pero es, es esto. Y en pocas ocasiones un final feliz deja un sabor tan, tan amargo.

(Es una viva recomendación para la cartelera española, aunque allí, lo siento, veréis otra película: la doblada).

6 comentarios:

Anónimo dijo...

¿En N.Y. la proyectan desplegada?

mòmo dijo...

¡Qué bien suena! (es un decir, en la biblioteca no escucho los videos que colgáis). Procuraré verla, así tenga que pagar una canguro...

Álvaro dijo...

Para nada me llamaba la atención esta película.

Después de lo que has escrito, menos.

Jeje. No, parece que tiene buena pinta. Habrá que verla.

Anónimo dijo...

Ésta me va a gustar... pero tengo que seguir estudiando inglés: si la viera desdoblada me enteraría de la mitad, por lo que disfrutaré de la otra mitad viéndola doblada... uy!

Y es verdad, Ed Harris es bueno doblado y sin desdoblar. ¡Que tarden mucho en darle premios!

Gracias Otoño en NY!

Carmelo dijo...

Y yo que creía que "doblado" era lo mismo que "sin desdoblar". Fíjate.
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Anónimo dijo...

Soy Miguel XIV...
cuál de las dos me recomiendas??a mi me apetece mucho la de Jesse James, pero la otra tampoco me importa verla si está bien... aunque una peli de Ben, buuff!!peligro no??