26 de noviembre de 2007

Barzoneos románicos

Si tuviera el gracejo de nuestro querido -aunque ahora algo adormecido- Sintomático, propondría un concurso for all the tall (por todo lo alto). Pero:

1) resulta que mis experiencias previas en esto del blog-party se saldaron con un brillante ganador Anónimo y, por tanto, el jugoso premio se quedó sin cobrar.

2) la respuesta al "¿En qué ciudad han sido tomadas estas fotos?" resulta demasiado obvia, dado el título de este blog.

Así que dejemos las imposturas y vayamos al grano, como decía la publicidad de un famoso producto anti-acné.


Tras pasar la semana trabajando, el domingo es mi día de descanso. Lo he aprovechado para ir conociendo partes de la ciudad. Como he hecho bien los deberes durante más de dos meses, los últimos domingos (excepto ayer, que anduve por Boston) he optado por la anderesca fórmula del "barzoneo".

Me quedaba Harlem y la zona norte de Manhattan. Lo menos turístico de la Gran Manzana. El último domingo aparqué el mapa y la brújula en casa y me dediqué a vagar, escuchando acentos, fotografiando mentalmente rostros, intentando hacer sitio en la memoria para gentes, colores y olores neoyorquinos. La melodía de una ciudad.

Y, de repente, en la calle 190, un elegante parque, hermosísimo en su tonalidad otoñal: el Fort Tryon. Una zona abandonada que el ricachón Rockefeller quiso embellecer para poder donar un nuevo pulmón a su querida Nueva York. Y en lo alto del Fuerte, una torre de iglesia románica. ¡The Cloisters! Una sucursal del Metropolitan Museum donde han traído piedra a piedra varias iglesias del medievo frances y español. Retablos, tallas, vidrieras, trípticos, incunables...

¡Cualquiera me convence de que no estaba haciendo el Camino de Santiago!

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P.D. Por cierto, como bien señaló el sagaz Carmelo, la imagen de los barrios de Manhattan no es un mapa, es un test de Roschach. Pero tampoco hay en marcha ningún concurso para quien vea el mayor número de objetos en esas "manchas aleatorias de tinta", ¿vale?

14 comentarios:

Carmelo dijo...

En definitiva: de peregrinaje por Nueva York.
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mòmo dijo...

Oye, ¿sabes que eres casi una presencia espectral en esa foto?

Ander Izagirre dijo...

Ese sitio tiene que ser la leche. Pero Mòmo me ha pisado el comentario: ¿cómo que no te da para hacer un concurso? Con esas fotos Ikerjiménez te monta tres programas.

Miguel Carvajal dijo...

¡Jaja! Lo que te faltaba, encima parecer un poco fantasma. ¡Jajaja!

No, es broma.

Me encanta esta deriva funesta y vertical que tiene el blog.

Anónimo dijo...

Bea podría contar con emoción, y mejor que yo, nuestra visita a los Cloisters, y su sorpresa al descubrir que allí estaba la capilla de la iglesia de su pueblo segoviano. A su vez, el claustro del monasterio del mismo pueblo, de nombre Sacramenia, fue comprado por William Randolph Hearst (de todos los periodistas conocido), cuando, tras perderse por las carreteras de Castilla en compañía de una jovencita, pasó la noche en el coche y despertó enfrente del monasterio. Compró el Claustro, lo desmontó y se lo hizo llevar a NYC, con tan mala suerte que señalaron mal las piedras (norte, sur, etc.) y no supieron reconstruirlo de nuevo. Ahora está, desmontado, en un espantoso jardín de un rico en Miami.

Anónimo dijo...

¿Quién es el de la foto? ¿Michael Moore?

Ander Izagirre dijo...

¡Nomeacuerdo! El otro día me encontré en la tele con Pocholo visitando un claustro y decía eso mismo, y le oí decir Sacramenia, y me acordé del legendario lechazo de Sacramenia (ese ser mitológico), y ahora empiezo a pensar que Nahum y Pocholo pueden ser la misma persona.

Anónimo dijo...

-No reconozco esas iglesias
-No reconozco a ese hombre orondo que se oculta tras barba y gorra

¿HE PERDIDO?

Unknown dijo...

Orondo y barbudo como Bud Spencer. Que no escriba no significa que no siga diariamente nahumny. Como dejo escrito en el rincón de Paco, un momento histórico para la prensa del país y tu en Nueva York... ¡¡¡Alberto!!!

Pdta.1:Bienvenido al club de la curva. ¿Año nuevo vida nueva?

Pdta.2:Se te echa de menos por aquí.

Carmelo dijo...

Me asaltan muchas dudas sobre este expolio de monumentos. No dudas éticas. Dudas prácticas. Por ejemplo: los cimientos. ¿Se los llevan también? ¿O los hacen nuevos? Como no se ven… En la cripta siempre hay huesos de monjes. Emparedados. ¿Los tiran? ¿Los restauran y los iluminan, para añadir una atracción más? ¿Los venden en la tienda de suvenires?

Tienen que identificar las piedras. De alguna manera las tienen que marcar. ¿Con rotulador? ¿Fue ese el origen de los grafitis? A lo mejor les atan un cordelillo con una etiqueta. Muy respetuoso. Esas son las que se les embarullan. Y ¿qué hacen con el pasadizo secreto que lleva hasta el río? Sí, el que empieza detrás del coro. Del coro al caño. Se lo dejaron, claro. En el plano del museo no sale ningún sicret paseich tu judson river.
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Otra cosa. Fijaos en la parte de arriba del mapa. Manhattan los tiene cuadrados, ¿a que sí?
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Carmelo dijo...

Jadson river. Antes de que digáis nada.
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J. dijo...

Me fascina todo esto de las piedras, el espectro, Pocholo y Sacramenia.

El puzzle en el jardin de Miami.

Propongo que Pocholo-Nahum nos invite a lechazo en Sacramenia, guiados por Bea. Si no ha habido concurso, que haya premio. Digo.

Ander Izagirre dijo...

¡Bravo, J.!

Anónimo dijo...

Los comentarios igualan a la entrada. Impresionante lo de nomeacuerdo. Yo reconozco que nunca fui a los Cloisters, porque quedaba a desmano, porque nunca nadie me propuso ir y porque ya me bastó con encontrar en pleno Metropolitan, una sala de gótico con la verja de la catedral de Valladolid, etc. Pero la verdad es que el sitio siempre me intrigó... Tendré que ir la próxima vez. je.